Tuesday, July 01, 2008

Comiendo a lo Americano el Cuatro de Julio

Por Rinku Sen

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Este Cuatro de Julio, voy a comer hotdogs. Mientras que estaba tratando de pertenecer como un niño inmigrante Indio a través de los años 1970, que representaban la quintaesencia comida Americana. Le rogué a mi madre que me dejara comerlos para la cena cada noche en vez de pollo con curry y arroz. Ella me negó los hotdogs pero a veces permitía espaguetis y albondigas directamente de la lata. Los hotdogs fueron “inventados” por los inmigrantes Alemanes sirviendo sus tradicionales salchichas en las bulliciosas calles del nuevo mundo, y espaguetis, todos saben, vienen de Italia. Si estuviera celebrando el Día de la Independencia hace 150 años atrás, ninguna de las dos cosas estarían en el menú. En esos días, los Alemanes y los Italianos no eran considerados Americanos ó ni siquiera blancos. Cuando se peleaban por las esquinas más lucrativas para vender comida en los años 1880, la prensa reportaba estos incidents como “disturbios racistas”.

Voy a compartir esta fecha patria con un grupo de trabajadores de restaurantes, la mayoría inmigrantes. Además de los hotdogs vamos a tener tacos, samosas, falafel. De acuerdo con un lado del debate de inmigración, podemos quedarnos con nuestras delicias para nosotros mismos. America no quiere eso ó a nosotros.

Los restriccionistas de la inmigración discuten que no solamente necesitamos parar la inmigración indocumentada sino que también debemos cortar drasticamente la inmigración legal. Ellos discuten que esta economia, no más industrial pero enfocada en la información y el servicio, no tiene lugar para masas de inmigrantes pobres. Hay temor de que la tecnología hace a los viajes y a la comunicacion tan fácil que los nuevos inmigrantes no van a cortar sus contactos con su vieja patria y reasignar su lealtad. Para ellos, el teléfono es un aparato peligroso y la comunicación con los familiares, un terrible acto anti Americano.

Los restriccionistas han tratado de modernizar este argumento, pero no ha cambiado mucho a través de los años. La inmigración al final del siglo 19 fué dominada por Italianos, Polacos, Húngaros, Judíos y otros grupos del sur y el este de Europa. En ese tiempo estos nuevos residents eran vistos como inferiores a los nativos nacidos blancos. Ellos eran insultados por negarse a hablar Inglés, por sus demandas económicas y políticas a la corporaciones Americanas, por ser pobres y convertirse en “cargas públicas” ó bajar los salarios de los trabajadores nacidos nativos, y por su comportamiento sexual inaceptable.

Los Actos de Inmigración de 1920 y 1924, la política de inmigración más restringibles que hemos tenido, limitó nuevas entradas a 150,000 por año, que era menos de un cuarto de la cantidad total de inmigración en esos tiempos. Estas leyes construyeron grandes cuotas para Europeos del norte mientras que establecía límites para paises como Rusia é Italia. Sin embargo miles de Europeos del sur y del este continuaban viniendo.

Mientras que inmigrantes eran deportados por violar la política de las cuotas, reformistas socials empezaron a pelear por viejos residents que habían formado familias y comunidades en los Estados Unidos. Estos reformistas ganaron una serie de cambios que dieron a los oficiales de inmigración la habilidad de cambiar la situación de alguien.

La liberalización rehizo la identidad Americana, pero la mantuvo blanca. Los Mexicanos por ejemplo, fueron dejados atrás por el proceso. De acuerdo al historiador Mae M. Ngai, ellos fueron explícitamente excluídos, pero ellos tenían poco acceso a los mecanismos a través de los cuales cambiar su condición y a nadie le importó corregir esa situación. En 1929, el Congreso también pasó el Acto de Registro, permitiendo a la gente a cambiar su condición si pagaban $20, no habían dejado los Estados Unidos desde 1921 y eran de un buen caracter moral. De las 115,000 personas que fueron perdonadas entre 1930 y 1940, 80 por ciento eran Europeos ó Canadienses. El abogado general empezó a suspender las ordenes de deportación después de 1940 y un estudio interno del Departamento de Justicia en 1943 reveló que la mayoría de suspensiones fué ironicamente a los Alemanes é Italianos, solo 8 por ciento envolvia a los Mexicanos. En vez de liberalización, los Mexicanos recibieron programas de trabajadores invitados, y en 1954, la Operación Espalda Mojada, el primer programa de deportación en masa del país.

Los restriccionistas han congelado las imágines de la “verdadera” America, como si nuestra identidad no hubiese cambiado desde 1776. La estasis es una ficción. Las culturas no permanecen quietas, y tampoco queremos que lo hagan. Tenemos la chance de rehacer nuestra política inmigratoria ahora en la era moderna, no llevándonos atrás a los 1920, pero lidiando honestamente con el hecho de que la identidad Americana ha ido siempre cambiando culturalmente. La modernidad nos desafía a crear una política que finalemente reconoce la humanidad total de todos los inmigrantes sin importar su identidad racial. Si realmente nosotros somos lo que comemos, los Americanos ya están comiendo como el mundo. Es tiempo que nuestra política alcanze a nuestro paladar.
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Sen es la presidenta del Applied Research Center y el publicista de la revista ColorLines. Su libro, The Accidental American, va a ser publicado en Septiembre.
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